Un ángulo interesante del economista de moda que la gent d’esquerres deuria llegir.

Picketty no en sap gaire de lo que passa a Catalunya, que és molt senzill: nacionalisme + campanya de màrqueting + adoctrinament educatiu + passivitat del govern nacional. Y nada más. Pero como él es economista, nos da una perspectiva interesante desde su blog de Le Monde: «el síndrome catalán» se debe a un poder fiscal sobre el IRPF excesivamente descentralizado que daña la solidaridad. Veamos.

El economista francés se pregunta si «la crisis en Cataluña es debida a la sobrecentralización y la intransigencia de las autoridades de Madrid, o si en cambio se debe a la competencia generalizada entre regiones y países que rivalizan entre ellas, buscando cada una sus intereses, un proceso que ha ido demasiado lejos tanto en España como en Europa».

Picketty dice que «no hay que olvidar que las nuevas reglas de descentralización fiscal se validaron efectivamente en 2010, tanto para Cataluña como para las regiones españolas en su conjunto. Estas reglas, que están en vigor desde 2011, ya hacen de España uno de los países más descentralizados del mundo en asuntos presupuestarios y fiscales, incluso cuando se compara con estados federales mucho mayores. (…)

Desde 2011 la base del impuesto sobre la renta está dividida 50-50 entre el gobierno central y los gobiernos regionales (…) el impuesto sobre la renta será compartido en la misma proporción entre Madrid y la región (…) Cada región puede también decidir establecer sus propias bandas de impuesto sobre la renta y sus propios tipos adicionales, más altos o más bajos que los tipos centrales. En todos los casos, la renta correspondiente va a la región, que ya no debe compartirla con otras regiones«.

Este sistema, asegura el economista, «desafía la misma idea de solidaridad dentro del país y acaba por enfrentar a las regiones unas con otras, lo cual es particularmente problemático cuando se refiere al impuesto sobre la renta, pues se supone que esto facilita la reducción de las desigualdades entre los más ricos y los más pobres, por encima de identidades regionales o profesionales».

Picketty recuerda que en en EE.UU. con 7 veces la población de España y conocido por su aprecio por la descentralización y los derechos de los estados, «el impuesto sobre la renta siempre ha sido un impuesto que ha sido casi siempre casi exclusivamente federal (…) No hay duda de que los contribuyentes de California (el estado con una población casi tan grande como España y 6 veces más numerosa que la de Cataluña) habrían estado encantados de quedarse la mitad de la renta del impuesto federal para ellos y sus hijos; pero el hecho es que nunca lo han conseguido». En Alemania «el impuesto sobre la renta es exclusivamente federal. Los lander no tienen el derecho de votar impuestos adicionales, ni de quedarse la mínima parte de los ingresos para ellos, piensen lo que piensen los contribuyentes bávaros».

Así que el economista francés concluye que «Al escoger el reparto del impuesto sobre la renta 50-50 entre los gobiernos estatal y regionales, España ha ido demasiado lejos y ahora se encuentra en una situación en que algunos catalanes les gustaría quedarse el 100% del ingreso del impuesto sobre la renta y ser independientes. (…) Sólo asegurando que la solidaridad y la justicia fiscal se sitúan en el centro de sus prácticas, Europa manejará con éxito los separatismos».

Queda clar, senyors esquerrans? El nacionalismo es insolidario y ya es hora de acabar con la injusticia fiscal de las regiones. ¿Empezamos a hacer cosas nuevas, sr. Rajoy, Rivera y Sánchez?

Dolça i insolidària Catalunya…

Categories: Economía, Huid del nacionalismo

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