Gràcies, Pau Guix i amics d’El Catalán i e-Notícies.
Hace una semana Dolça Catalunya cumplió 10 años. Lo celebramos recordant ací algunes anècdotes i agraïnt el suport de tots els dolços durant tants anys i amb tanta comprensió envers les nostres errades.
Muchos dolços dejaron mensajes de alegría en la entrada. Y los medios hermanos lo celebraron con nosotros. Aquí puede leer los inmerecidos artículos de El Catalán.es y e-Notícies.
Y aquí lo que Pau Guix llamó La vía dolça: «Muy pocos faros han guiado hacia la esperanza en esta década ominosa».
Una exageración, claro, referida a este blog. Pero no si entendemos la vía dolça como la esperanza que nos infunden los esfuerzos cotidianos y heroicos de millones de catalanes por librar a Cataluña del nacionalismo atmosférico y el tontutilismo monclovita. Cada cual como puede. Guix, Fidalgo o Rius con la pluma, que manejan de maravilla.
Gracias, dolços. No falléis.
Dolça i esperançada Catalunya…
Categories: Mejor juntos
Gracias Dolça Catalunya, habéis ayudado mucho a mantener viva la llama de la resistencia contra el independentismo. Y esto aun no se ha acabado.
Pau Guix se queda corto. Vuestra influencia es desmesurada para los medios con
los que contáis. Al menos en mi caso, sois un vector fundamental en el rumbo de mi vida, lo cual tiene toda la lógica si tenemos en cuenta que llevo casi una década leyendo varios mensajes vuestros por día. En mi opinión, cuando incluyáis a bitcoin en vuestra ecuación podréis ser al menos un orden de magnitud más efectivos, pero entiendo perfectamente que todavía es pronto para vosotros (contad conmigo para entenderlo cuando lo necesitéis, llevo dos años y medio dedicado al estudio de btc y de la escuela austríaca de economía). Seguid así, os necesitamos más que nunca. ¡Gracias!
La «vía dolça» es el sentido común, el respeto de la Ley y la Constitución y el mantenimiento de los principios cristianos de Cataluña.
Nada extraordinario (debiera)
Pues a mi la referencia a DC cómo faro no me parece exagerada, en absoluto. Muchísima gente despertó y se pudo expresar libremente. Por no hablar de dar a conocer la realidad de la pocilga nazionalista más allá de Cataluña.
Pero esa gran fuerza no se canalizó, tristemente. Digamos que el «faro» brilló. Brilló como ninguno desde hacía décadas, pero su luz no nos ha salvado de embarrancar en los escollos.
No correspondía a DC crear un gran movimiento social que no se contentase con ir a manifas para dejarse callar por Borrell de turno, y luego votar al azul, al verde o al naranja para que todo se arreglase.
Lo malo es que se perdió la oportunidad.
Lo bueno es que seguimos estando los que somos, y nada debería ser imposible.
Hay que hacer algo, no solo hablar.
Un saludo.
En los momentos mas oscuros, tristes y de rabia, gracias a vosotros, la esperanza no desaparecio.
Gracias por estar.
Gracias por estar ahí, muchas gracias!!! Soy uno de los que encontré en dolça catalunya una esperanza para seguir luchando contra los que quieren destruir España.
Ciertamente, vamos a ver si al final lo conseguimos.