Dedican la retirada de 100 cubanas en Bellpuig a Dolça Catalunya por su 10º aniversario

El millor regal: la convivència dels catalans.

Ho recorda, oi? Fue su primera vez. Un adhesivo insultante en la farola junto a su casa, un missatge separador, un símbol agressiu contra la convivència, cubanas en su ayuntamiento y en los lugares públicos… Como TV3% pero sin apretar un botón. Alguien le decía cómo debía ud. pensar en su propio barrio, y le indicaba que su pensamiento libre de nacionalismo no sería tolerado.

¿Dónde había visto eso antes?… Ah sí, en el País Vasco, hacía unos años, visitando el Goyerri. Pudo notar el miedo, la presión, el silencio, la conformidad social, las cabezas gachas y la mirada huidiza. Y eso llegaba a Cataluña, a casa seva.

Per què ho feien? Alguien le envió lo que el catedrático de Psicología Social José Miguel Fernández-Dols explicaba en el artículo Lluvia fina de odio. Cuál era la técnica para que en una sociedad aparentemente sana triunfara el odio y acabara por autodestruirse en una espiral de violencia incontenible:

“La violencia más destructiva para una sociedad no es un acontecimiento aislado, por terrible que sea. Es un proceso, un continuo de destrucción, que comienza con un sistema de creencias que se traduce en una fina lluvia de odio: hechos “banales”; pequeñas agresiones psicológicas (por ejemplo, boicots, amenazas) o simbólicas (por ejemplo, ridiculizaciones). Luego vandalismo o calumnias difundidas en los medios sociales. A continuación agresiones físicas puntuales, aparentes “peleas de muchachos”.

Finalmente la fina lluvia da lugar a una tormenta devastadora que arrastra a verdugos y víctimas: formas de coacción e intimidación física que van adquiriendo una sistematicidad y peligrosidad potencialmente letal.

El proceso necesita un catalizador: la mirada complaciente, o el mirar hacia otro lado de los que no protagonizan esos actos y la indiferencia, la pasividad o la incompetencia de las autoridades encargadas de proteger a las víctimas”.

Ese día se atrevió: arrancó el adhesivo, retiró la cubana, pintarrajeó la propaganda. Su barrio volvía a ser de todos. Al llegar a casa se tomó una cerveza con su hijo mientras comentaban alegres la jugada. Ningú no sabria qui ho havia fet, però la majoria estarien agraïts de tornar a passejar pel barri sense agressions ideològiques. Se acostó y durmió rápido decente, plácido, digno, tranquilo.

Eso es lo que hacen centenares de catalanes anónimos cada día. Lo hacen por ud., dolço, y a ud. le dedicaron anteanoche la retirada de un centenar de cubanas en Bellpuig, Premiá, Teià, Cabrils, Argentona, Canet i Calella.

Gràcies, Segadors. Gràcies, Unió de Brigades. Gracias, catalanes sencillos que mantenéis la convivencia en nuestras calles, pueblos, carreteras y ciudades. Sin dinero, sin medios, sin recursos, perseguidos por la Genestapo y los medios del Règim.

El pasado jueves, durante la celebración del 10º aniversario de Dolça Catalunya (disfrútelo aquí), estos catalanes sencillos compartieron sus aventuras y recibieron el aplauso de todos los dolços.

Ens posem dempeus, amics. Gràcies en nom dels catalans decents.

Dolça i dignificada Catalunya…



Categories: Resistiendo

Tags: ,

4 comentarios

  1. Buen regalo, ahora que ardan!!! jeje 🙂

  2. Bravísimo!!!!!
    VIVAN LOS PATRIOTAS VALIENTES!!!!

  3. Si señores y señoras!!! Con un par bien puestos ,MUCHISIMAS GRACIAS

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

PROTECCIÓN DE DATOS: De conformidad con las normativas de protección de datos, le facilitamos la siguiente información del tratamiento: (leer)

  • Responsable: Edicott Consulting SL
  • Fines del tratamiento: Gestión de suscripciones al blog y moderación de comentarios.
  • Derechos que le asisten: cceso, rectificación, portabilidad, supresión, limitación y oposición. Más información del tratamiento en la política de privacidad.