40 años de Nacionalistada han desalmado a Catalunya.
En agosto de 2011 enterraron a Heribert Barrera (ERC), el expresidente nacionalista del parlamentet. El finado sostenía que «el cociente intelectual de los negros de los Estados Unidos es inferior al de los blancos», y que «el eugenismo está muy desvalorado, pero yo no veo por qué debe ser así».
Es va muntar un funeral laic: els seus idolets eren Lanació i Lallengua. Metieron su cadáver en un ataúd forrado con la cuatribarrada, tocaron el Cant de la senyera, hubo discursitos de políticos nacionalistas, cantaron el boncopdefalç, y lo enterraron. Una xaronada.
Hoy leemos que el 70% de los funerales en Cataluña son laicos. Sin fe en que tenemos alma inmortal y Dios es nuestro Padre que nos ama. Sin esperanza en la resurrección de la carne y la vida eterna. Sense amor al pròxim en la germandad autèntica d’ésser també fill de Déu. Sin una pequeña oración por el alma de nuestro ser querido. A la fossa, que només som matèria. Finito.
40 años de Nacionalistada han conseguido derrumbar los fundamentos espirituales de Cataluña, no renovar el modo de ser catalán, secar los que nos impulsó a grandes cosas en la política, el arte y la vida en común. Tot molt progressista… i trist, i descendent, i buit, i fred, i cadavèric, .
Segons el principi nacionalista d’en Prat de la Riba, Cataluña puede ser francesa, atea o musulmana mientras sea «catalana»:
“Una Cataluña libre podría ser uniformista, centralizadora, democrática, absolutista, católica, librepensadora, unitaria, federal, individualista, estatista, autonomista, imperialista, sin dejar de ser catalana. Son problemas internos que se resuelven en la conciencia y en la voluntad de un pueblo (…) sin que el pueblo deje de ser el mismo pueblo“.
I és que el nacionalisme no és més que la desnaturalització de Catalunya en una ideologia forània. Quina bogeria.
Potser n’Heribert ja sap avui la resposta a la pregunta que ens ronda: ¿para qué adorar al idolete Cataluña, si no lo veré jamás? ¿Para qué vivir si he de morir para siempre?
Quizás no somos conscientes de lo que significa para la cultura perder su corazón: el culto. Però ja es van notant els efectes arreu. Este vacío no durará mucho, que parece que será sustituido por la religión del Magreb.
Per cert: los obispos catalanes de los últimos 40 años, los que han gastado las manos escribiendo documentitos legitimando el nacionalismo y predicando a Lanació, en poden estar orgullosos.
Dolça i descreguda Catalunya…
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Encuentro muy graciosas las reseñas de Google de personas que se quejan de la mala calidad del café que se han tomado en la cafetería de un tanatorio. Es decir, personas que están más preocupadas por el pésimo café que se tomaron, en lugar de estar tristes por la defunción de un ser querido.
A veces, dentro de la sala de velación, hay una bandeja de galletas o de canapés para los familiares de la persona difunta. Jamás se me pasaría por la cabeza querer probar una galleta o un canapé. A saber de dónde proceden los «ingredientes». ¿De las tripas de algún cadáver? Está claro que las galletas las hornean en el horno crematorio.
Ya es raro ver a un cura en un funeral. La última vez que vi a uno fue en 2003. Desde entonces, ateísmo puro y duro. En vez de un cura, ahora suele haber una chica, vestida totalmente de negro (con pantalón, no con falda), como si fuera la recepcionista de una oficina bancaria. Y siempre es la misma frase: «Es el tren de la vida. Esta fue su última parada. Fin del trayecto.» Mucha metáfora y mucha poesía. Frases totalmente deprimentes y nada reconfortantes. Pero ni rastro de las palabras «Dios», «Jesucristo» y «Espíritu Santo».
Dolça i atea Catalunya!
Por supuesto que no. En enero acudí al funeral de un amigo de mi padre y pusieron una canción de Los Chunguitos. Directamente la canción en MP3. 0 % religioso.
Y el rollo de siempre: «Fue una persona ejemplar.» Y a lo mejor fue un hijo de p*** desde que nació hasta que se murió.
La despulla d’aquell imbècil, químic de pa sucat amb oli , em recorda l’elegia que el vam dedicar
Con su pan se lo coman.
Pues me parece muy bien. Si el fallecido es ateo pues no pinta nada en un funeral religioso. Por qué es ateo, pues porque tiene todo el derecho a serlo. Otra cosa es discutir que la Iglesia católica se encuentre en su momento de mayor debilidad, al abandonar los Evangelios y la Fé (con acento, sí) en Cristo, para hacerse progre, nihilista, protestante sector NewAge, y marxista de la Teología de la Liberación. Tal cóctel de imbecilidad la padecemos desde el Concilio Vaticano II. «Perder la Fé para acercarse al pueblo.» Y se quedaron sin Fé y sin pueblo, genios. San Juan Pablo II y Benedicto XVI hicieron mucho para frenar la ofensiva anti católica, pero el daño ya estaba hecho. La prueba viviente y destructiva la tenemos en el Paco argentino.
Recalco, mejor funerales ateos que hipócritas. Véanse los funerales masónicos del antipapa Juan XXIII-2 en el Vaticano; y el funeral masónico del ateo Berlusconi en la catedral de Milán.
El separatismo catalán es de inspiración masónica, Logia Occidente. Punto final.
Evidentemente, pero lo importante no es eso, sino lo que hay detrás:
La descatolización de una sociedad católica.
Lo cual no es baladí, porque la religión es lo que une los paises y el fundamento (el pegamento ) de nuestra civilización. Si ese fundamento desaparece, las sociedad se deshace, especialmente cuando hay otra religión competidora (Islam, protestantismo, judaísmo)
Y esto no es la primera vez que pasa, porque la «ilustración» grecorromana abrió de par en par las puertas al cristianismo, que traía un mensaje psico-soliológico mejor.
¿Hemos votado esto?
Y, por su importancia y duraderas consecuencias, no es precisamente un problema menor.
La masonería, desde el Affaire Dreyfus está haciendo todo lo posible para descatolizar paises católicos (Francia, México, España…) en nombre de la libertad, la igualdad, la fraternidad, el progreso, la ciencia, el «laicismo» anticatólico y los «principios republicanos»…etc.
Lo están consiguiendo.
Pero ni nos conviene esto ni nos conviene tampoco que los POLÍTICOS y sus amos secretos pierdan contrapesos (como la Iglesia Católica ), porque cuanto más poder tengan ellos, más esclavizados estaremos nosotros.
Lo repito, la DEMOCRACIA no era para esto, sino pata VIVIR MEJOR.
Pues están en todo su derecho de destruir el catolicismo en España. Lo mismo que nosotros tenemos licitud para destruir el socialismo leninismo y los separatismos. Con una diferencia muy notable: nada bueno han aportado las mentiras y estupideces de la izquierda, y lo mismo los nacionalismos. En cambio, el cristianismo ha construido nuestra civilización, nuestra cultura, nuestras mejores acciones. La política es materialismo puro y duro, y está sujeto a lo cambiante de la condición humana. ¿Pero qué Fé tienen los estúpidos que se olvidan de Dios a la primera de cambio? Y aun no siendo creyente, substituir la cultura cristiana por el materialismo dogmático socialista y nacionalista, es descender mil escalones en la evolución humana.
Y de esto último, muchos religiosos consagrados (no se sabe a quién, pero sí contra quien) tienen la culpa.