Es bueno el dibujo y la enorme carga irónica que tiene. Nadie de ANC va a apoyar a Pujol a boca llena; pero con la boca pequeña, puede haber cierta disculpa o comprensión. Es «uno de los nuestros», de la «famiglia», «un compadre». Es el mismo efecto de muchos vascos con los etarras; no eran asesinos ni terroristas, sino «descarriados», «equivocados». Tal vez no aceptaran los asesinatos, pero tomaban casi la categoría de un desliz, de algo, que con el tiempo, podía hasta disculparse o como poco comprenderse. Por supuesto respecto a las víctimas, total indiferencia: o se lo «merecían» o «algo habrá hecho» o «riesgo de llevar uniforme». Con el PNV como el primero de esos muñidores de opinión pública agilipollada. La queja de algunos: «tengo que hacer 200 km. para ver a mi hijo en la cárcel», sin ni que una neurona le estallara por pensar que ese hijo suyo era el que había motivado que otro padre lo único que pudiera hacer era llevar flores a un cementerio. Tendrán que pagarlo, como los nazis pagaron sus crímenes. Ni olvido ni perdón.
No es pensable que haya gente dispuesta a defender al caradura, ladrón y cínico de Pujol. Pero en la Cataluña separatista hasta las barbaridades más obvias son posible. Manifestación para la defensa de la evasión fiscal, del cobro de comisiones ilícitas y del chanchullo es ILEGAL, y todos los que acudan deben saber que van en contra del derecho y de la justicia.
LOS QUE NOS ROBAN SON LOS CATALANISTAS, PARA ESO QUIEREN SU HACIENDA CATALANA
Rull i Turull són dos cognoms molt semblants a Trull. El primer cognom es troba a una lletra de distància i el segon també se’n troba a una.
Es bueno el dibujo y la enorme carga irónica que tiene. Nadie de ANC va a apoyar a Pujol a boca llena; pero con la boca pequeña, puede haber cierta disculpa o comprensión. Es «uno de los nuestros», de la «famiglia», «un compadre». Es el mismo efecto de muchos vascos con los etarras; no eran asesinos ni terroristas, sino «descarriados», «equivocados». Tal vez no aceptaran los asesinatos, pero tomaban casi la categoría de un desliz, de algo, que con el tiempo, podía hasta disculparse o como poco comprenderse. Por supuesto respecto a las víctimas, total indiferencia: o se lo «merecían» o «algo habrá hecho» o «riesgo de llevar uniforme». Con el PNV como el primero de esos muñidores de opinión pública agilipollada. La queja de algunos: «tengo que hacer 200 km. para ver a mi hijo en la cárcel», sin ni que una neurona le estallara por pensar que ese hijo suyo era el que había motivado que otro padre lo único que pudiera hacer era llevar flores a un cementerio. Tendrán que pagarlo, como los nazis pagaron sus crímenes. Ni olvido ni perdón.
No es pensable que haya gente dispuesta a defender al caradura, ladrón y cínico de Pujol. Pero en la Cataluña separatista hasta las barbaridades más obvias son posible. Manifestación para la defensa de la evasión fiscal, del cobro de comisiones ilícitas y del chanchullo es ILEGAL, y todos los que acudan deben saber que van en contra del derecho y de la justicia.
Genial, como siempre, Dolça.
Apoyar a un delincuente, según el código civil, te convierte en cómplice.